Telas para cortinas
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Telas para cortinas
Telas para cortinas, el toque definitivo a tus espacios
Ese proyecto que ronda tu cabeza desde hace semanas está a punto de hacerse realidad. Porque sí, ese salón que tanto amas merece unas cortinas que lo transformen por completo. Quizá te intimida la idea de empezar, pero tranquilo: elegir el tejido perfecto y dar forma a tus propias cortinas es más sencillo de lo que parece. Solo necesitas las claves adecuadas, un par de trucos profesionales y, sobre todo, ganas de aventurarte en el mundo de la costura creativa.
Índice:
¿Cuáles son los distintos tipos de cortinas?
Desde la clásica cortina de tela hasta los exóticos paneles japoneses, pasando por persianas o estores tipo barco, hay casi tantos tipos de cortinas como estilos de decoración. Aquí va un recorrido rápido por los grandes aliados para cubrir ventanas con estilo.
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Las cortinas de tela

Aunque se las tache de “clásicas”, las cortinas de tela son, en realidad, de lo más versátiles. Con una oferta infinita de tejidos, texturas, colores y estampados, se adaptan a todos los caprichos: pueden pasar desapercibidas o ser las verdaderas protagonistas. ¿Te va lo glamuroso y elegante? Lánzate al terciopelo con caída pesada. ¿Prefieres el rollo bohemio? Busca un brocado o un estampado étnico con carácter. ¿Lo tuyo es lo campestre chic? Entonces un lino liso o una bonita Toile de Jouy será amor a primera vista.
Más allá de lo estético, las cortinas también pueden ser funcionales, incluso imprescindibles. Para protegerte de miradas indiscretas, conservar el calor, reducir el ruido o incluso aportar una capa extra de seguridad frente al fuego, la elección de la tela marca la diferencia y se adapta a tus necesidades.
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Los estores

Otra opción muy popular para vestir y sombrear las ventanas son los estores. A diferencia de las cortinas, no siempre son de tela y suelen incluir un sistema móvil (manual o automático) que permite subirlos o moverlos lateralmente.
Entre los de tela destaca el elegante estor tipo barco, que se pliega hacia arriba con gracia, como las velas de un navío. Y si te van los materiales más rígidos, tienes donde elegir: el veneciano de lamas horizontales orientables, el enrollable en tela o bambú o el retro total: el estor californiano con sus grandes lamas verticales.
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Voiles y visillos

Ligero y etéreo, el visillo juega la carta de la elegancia con transparencia. Una transparencia que puedes dosificar según el tejido que elijas. Así conservas tu intimidad sin renunciar a la luz natural que llena tu casa de vida.
Para filtrar los rayos del sol con delicadeza, puedes apostar por un voile de poliéster o algodón, organza, encaje o un lino muy fino. Resultado: mucha luz, cero miradas indiscretas. ¿Quieres algo que tamice un poco más? Busca tejidos ligeramente más densos como algodón, lino o el famoso métis (una mezcla noble de lino y algodón).
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Los visillos de ventana

Cumplen la misma función que los visillos: filtrar la luz y preservar la privacidad. La diferencia es que estos van pegaditos al marco de la ventana y no se mueven, a diferencia de los visillos tradicionales que cuelgan de una barra.
Entre ellos están los llamados “brise-bise”, pequeños visillos colocados a media altura. Los tejidos que se utilizan para estos son casi los mismos que los visillos de barra, con mayor o menor transparencia según lo que busques.
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Los paneles japoneses

Y para terminar con un toque de exotismo, nos vamos directos a Japón con sus famosos paneles verticales. Grandes tiras de tela que no solo decoran, sino que llenan de calidez y armonía cualquier espacio. Montados sobre rieles, se deslizan fácilmente para modular la luz, dividir espacios o simplemente aportar una dosis de elegancia zen. El objetivo: una decoración serena y con alma, al más puro estilo del País del Sol Naciente.
¿Qué tela elegir para mis cortinas?
Todo lo que necesitas saber para no perderte entre metros y texturas
Antes de lanzarte de cabeza a por la primera tela que te haga ojitos, hay una pregunta clave que debes hacerte: ¿para qué quieres esas cortinas? ¿Buscas simplemente darle un toque bonito a tu salón? ¿Necesitas algo que aísle del frío o amortigüe el ruido? ¿O tal vez solo sueñas con unos visillos ligeros para ganar algo de intimidad sin renunciar a la luz? Sea cual sea tu objetivo, hay una tela perfecta esperándote. Y no, no tienes que buscarla en Narnia.
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¿Solo buscas decorar?

Si tu proyecto de cortinas es puramente estético, entonces toca dejar hablar a tu instinto decorativo. ¿Lo primero? Pensar en los colores que mejor encajan con el estilo de tu casa. Si eres de gustos minimalistas y líneas limpias, ve a por los beiges, los blancos o los grises suaves. ¿Te va más el rollo sofisticado? Los burdeos, verdes oscuros, negros y acabados tornasolados te harán la ola. ¿Fan del estilo rústico? Los tonos tierra, ocres y azafranados te van a enamorar. ¿Cortinas para una habitación infantil? Aquí todo vale: pasteles suaves, colores alegres y un toque de fantasía.
Luego viene lo divertido: estampados y texturas. Si lo tuyo es el look campestre, piensa en cuadros vichy, Toile de Jouy o algo con aire Liberty. ¿Quieres algo más glam? Lánzate al jacquard o al brocado. ¿Prefieres algo atrevido y moderno? Pues a jugar con estampados geométricos o diseños divertidos y coloridos.
Y ahora sí, el meollo del asunto: las telas. Si no sabes por dónde empezar, esta lista es tu nueva mejor amiga.
La loneta
La loneta, como el satén o el sarga, es una de las estructuras de tejido más comunes, tanto para moda como para decoración. En el mundo cortinero, las estrellas son la loneta de lino y la de algodón. Ambas fibras vegetales, fáciles de cuidar y muy resistentes, son ideales para quienes buscan algo bonito y duradero. Lisas o estampadas, harán que tus ventanas luzcan de revista sin despeinarse.El jacquard
Un clásico con carácter. El jacquard no se imprime, se teje. Eso significa que su diseño está literalmente entrelazado en el tejido, lo que lo hace más resistente y con un aire de elegancia natural. Es una tela con presencia, perfecta para cortinas que no quieren pasar desapercibidas.La sarga
La reconocerás por sus finas líneas diagonales. Sí, es la misma estructura que usan muchos vaqueros. Suele estar hecha de algodón y, gracias a su grosor, funciona muy bien para cortinas que necesitan cuerpo. ¿Y lo mejor? A pesar de su apariencia robusta, es muy fácil de coser. Una joyita para principiantes con ganas de experimentar.El terciopelo
Símbolo de lujo desde tiempos inmemoriales, el terciopelo sigue siendo un fichaje estrella si lo que buscas es calidez y glamour. Su textura suave y mullida no tiene rival. Puede ser de algodón, seda, lana o incluso lino. Liso o con canalé, el terciopelo le da a cualquier estancia ese toque de “aquí se vive bien”.El piqué
El piqué es como el primo juguetón de la loneta. De algodón, con una textura en relieve que forma pequeños cuadros, diamantes o puntitos alineados, le da gracia a cualquier cortina. Hay versiones ligeras, más pensadas para ropa, y otras más gruesas que son perfectas para decoración. Si quieres algo con textura pero sin excesos, dale una oportunidad.La antelina
Una tela sintética que imita al ante pero sin remordimientos. Su tacto melocotón y su caída pesada hacen que sea una opción fabulosa para cortinas que abracen la estancia. Además, viene en todos los colores imaginables (y alguno más), e incluso en versiones estampadas. Ideal para quienes quieren un rincón acogedor, suave y con mucho estilo. -
Para bloquear la luz

¿No tienes persianas ni estores? Entonces unas buenas cortinas opacas pueden ser tus mejores aliadas contra la claridad de la ciudad o los primeros rayos del amanecer.
- Si lo tuyo es el blackout total, opta por una tela opaca al 100 %: por un lado decorativa, por el otro recubierta para bloquear completamente la luz.
- Si prefieres solo atenuar la claridad (y dejar entrar un poquito de sol), escoge un tejido más fluido y de trama menos densa. Puedes incluso forrarlo con una tela decorativa para que encaje con tu estilo.
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Para reducir el ruido

Sí, ¡también hay cortinas que amortiguan el sonido! Son los llamados tejidos fonoabsorbentes, ideales para puertas que dan a escaleras ruidosas o ventanas que dan a calles animadas (o demasiado ruidosas para nuestro gusto).
- Estos tejidos suelen ser de terciopelo o llevan un forro especial acústico que ayuda a reducir los decibelios.
- ¿Bonus? En Mondial Tissus, todos los tejidos fonoabsorbentes son también aislantes térmicos. ¡Doble ventaja!
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Para regular la temperatura

¿Pasas frío en invierno y calor en verano? ¡Tus cortinas pueden ayudarte con eso!
- La felpa (esa guata suave y mullida) es ideal para aislar la puerta de entrada en invierno. Solo hay que coserlo entre dos capas de tela decorativa.
- Para las ventanas, apuesta por la tela térmica: un tejido sintético con una cara metalizada que refleja el calor y actúa como doble barrera.
- En verano, la cara plateada hacia la ventana bloquea los rayos del sol.
- En invierno, esa misma cara, orientada hacia el interior, impide que el calor se escape.
Truco: forra la tela térmica cosiendo el mismo con tiras autoadherentes para que puedas darle la vuelta fácilmente según la estación. ¡Cortinas inteligentes todo el año!
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Para protegerse del fuego

Sobre todo pensadas para espacios públicos, las telas ignífugas están diseñadas para resistir al fuego:
- Ignífugas tratadas: son tejidos normales con un recubrimiento especial.
- No inflamables: la propia fibra ya está fabricada con tratamiento contra el fuego.
Ojo: esto no significa que no se quemen, sino que no propagan la llama y se consumen sin prender
Consejos de experta para coser tus cortinas
Si te estás planteando coser tus propias cortinas, ¡enhorabuena! Es un proyecto muy accesible, incluso si no tienes mucha experiencia con la máquina de coser. Eso sí, hay algunos detalles importantes que no conviene pasar por alto. Aquí tienes nuestros mejores trucos para calcular el tejido necesario, elegir el material adecuado y conseguir un resultado digno de portada.
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¿Cuánto tejido necesito para mis cortinas?

La altura
Para calcular la longitud, mide desde la parte superior de la ventana hasta el suelo y añade 15 cm (corresponden al espacio entre la parte alta de la ventana y la barra de la cortina). Después, resta 2 cm para que la cortina no arrastre por el suelo. A esto hay que sumarle el margen para los dobladillos: 10 cm en la parte superior y 20 cm en la inferior.Consejo práctico: Si vas a usar una tela con estampado, no olvides añadir el “rapporto” del motivo (es decir, el alto del patrón que se repite), para que los dibujos coincidan en todas las piezas y se vean continuos.
Altura final del tejido = Altura desde la barra al suelo - 2 cm + 30 cm (dobladillos) + rapport (si aplica)
La anchura
Para saber cuánta tela necesitas a lo ancho, mide la longitud de la barra y multiplícala por 1,5 o 2 según el efecto deseado: con 1,5 quedará más recto y con 2, más fruncido y voluminoso. Luego, añade 8 cm extra para los dobladillos laterales.Consejo práctico: Si la tela que has elegido es estrecha, quizás necesites unir dos piezas con una costura central. En ese caso, te recomendamos multiplicar la longitud de la barra por 2 para que la costura quede bien disimulada entre los pliegues.
Anchura final del tejido = Longitud de la barra x 1,5 o 2 + 8 cm
La fórmula mágica
Para que no tengas que hacer cálculos mil, aquí va un resumen:Tejido necesario = (Altura desde la barra al suelo - 2 cm + 30 cm + rapport) × (Longitud de la barra x 1,5 o 2 + 8 cm)
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¿Cómo hacer las costuras y los dobladillos de las cortinas?
Ahora que ya tenemos el metraje adecuado y que nuestra tela está lista para la acción, ha llegado el momento de pasar a la parte de costura. Un pequeño consejo antes de lanzarnos: se recomienda lavar la tela o plancharla con vapor antes de coserla, para evitar que encoja más adelante si en algún momento decidimos lavarla en la lavadora.
La costura de las cortinas
Pasemos ahora al momento de la costura. Confeccionar una cortina no es nada complicado, ya que se trata sobre todo de hacer costuras rectas y regulares con puntada recta. Lo único que hay que comprobar es que el tamaño de la aguja sea adecuado al tipo de tela elegida. Si una aguja estándar sirve para la mayoría de tejidos, en el caso de telas más gruesas como la sarga, la antelina o el terciopelo, será mejor optar por una aguja especial para vaqueros, de entre 90 y 110.Realización de los dobladillos
Para los laterales, recomendamos hacer un dobladillo doble enrollado de 2 cm. Para ello, se hace un primer dobladillo de como máximo 2 cm, y luego se repite la operación para finalizar el acabado.
Para dar peso en la parte inferior, se hacen dos dobladillos de 10 cm en pliegue enrollado, o bien se puede optar por un dobladillo rápido y fácil con cinta termoadhesiva. Esta técnica, además de evitarnos coser un segundo dobladillo, añadirá el peso necesario para que la cortina tenga una bonita caída.

En la parte superior, bastará con un dobladillo doble compuesto por un primer pliegue de 2 cm y un segundo de 8 cm.

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Conseguir unos pliegues bonitos
Los pliegues en la parte superior de las cortinas son el toque final que marca la diferencia. Esa caída elegante que ves en las revistas se llama “ondulación” o “caída” del tejido.
Hay muchos tipos de pliegues: planos, sencillos, dobles, triples, ondulados, tipo flamenco, pliegues de copa o simplemente fruncidos. Puedes coserlos o lograrlos con el tipo de cinta o anillas que elijas.
¿Cómo elegir las fijaciones para mis cortinas?
Elegir bien las fijaciones para nuestras cortinas no es una etapa que debamos tomar a la ligera. Como acabamos de ver, el tipo de sujeción que escojamos influirá tanto en el estilo de los pliegues y en el volumen del cortinado como en su aspecto final dentro de nuestro hogar. Entre estas 5 opciones principales, nos toca elegir aquellas que más se adapten al estilo que queremos dar a nuestra decoración.
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Ojales y anillas

Fabricadas en metal, plástico o madera, las anillas se colocan primero en la barra y luego se enganchan a la cortina con ganchos especiales que se fijan a intervalos regulares.
Los ojales metálicos, por su parte, van integrados directamente en la tela. Se recomienda usar siempre un número par de ojales, para que los bordes de la cortina queden orientados en la misma dirección. Para calcular cuántos ojales necesitamos, se suele contar 6 ojales por metro lineal. Por ejemplo, si la tela mide 150 cm de ancho, habrá que colocar 8 ojales.
Y a la hora de instalarlos, tenemos tres opciones:
- Ojales de clip, que se encajan fácilmente en la parte superior del cortinado. Primero se marcan los círculos con tiza, luego se recortan, y finalmente se colocan los ojales a presión en su lugar.
- Cinta con ojales integrada, que ya viene lista para coser directamente en la parte superior de la cortina.
- Ojales metálicos profesionales, que requieren el uso de una prensa específica.
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Presillas o trabillas

Las presillas son pequeñas tiras de tela cosidas directamente en la parte superior de la cortina y que sirven como pasadores para la barra. La medida recomendada es de 5 cm de ancho por 10 cm de largo. Al igual que con los ojales, se calcula un total de 6 presillas por metro lineal para un resultado equilibrado.
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Lazos

Los lazos (también llamados "nouettes" en francés) son una opción elegante y con un aire rústico para sujetar nuestras cortinas. Se trata de presillas largas que se anudan directamente sobre la barra. Para que los lazos queden bonitos y colgantes, recomendamos cortarlos de 5 cm de ancho por 40 cm de largo. A diferencia de los ojales y las presillas, aquí se suelen colocar 8 lazos por metro lineal.
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Cinta fruncidora o cinta para plisar

Práctica y muy fácil de usar, la cinta fruncidora se cose en la parte superior de la cortina y cuenta con cordones laterales que permiten fruncir la tela y crear volumen. Esta cinta también tiene pequeñas trabillas distribuidas a lo largo de su extensión, que sirven para fijar ganchos o grapas de sujeción. Es una solución ideal si queremos cortinas con frunces, pliegues flamencos, pliegues planos o con ondas.
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Pasador tipo túnel

El pasador tipo túnel consiste simplemente en pasar la barra por dentro del dobladillo superior de la cortina. Eso sí, este sistema no permite generar mucho volumen, por lo que se recomienda si queremos un efecto sencillo y minimalista. Otro detalle a tener en cuenta es que con este tipo de fijación será difícil abrir completamente las cortinas, salvo que usemos alzapaños fijados a la pared.
¿Qué barra elegir para mis cortinas?
Último detalle que conviene tener en cuenta antes de lanzarnos con nuestras cortinas: la barra. Aunque pueda parecer un elemento secundario, la elección de la barra para cortinas no es tan trivial como parece, y hay varios factores importantes que considerar.
Primero, están las condiciones técnicas de nuestra habitación, que influirán en el tipo de soporte que necesitamos. Se recomienda colocar la barra a unos 15 cm por encima del marco de la ventana, y a partir de ahí, nos toca decidir si conviene más fijarla en la pared o en el techo.
Después, hay que pensar en la estética. Existen barras de madera, plástico, metal o incluso de forja, con una gran variedad de terminales y soportes, lo que nos da un sinfín de combinaciones posibles. Ya sea barra, cable o riel, la elección dependerá de nuestros gustos y del tipo de cortina que hayamos escogido.
Si optamos por una barra tradicional, existen dos diámetros principales: 20 mm y 28 mm. Para tejidos ligeros, cualquiera de los dos puede servir, según el efecto deseado. Pero para cortinas más pesadas, es mejor elegir el diámetro más grueso, que aportará mayor estabilidad.
Por último, desde el servicio de confección nos recomiendan instalar un soporte por cada metro de barra. Por ejemplo, para una barra de 3 metros, necesitaremos tres soportes: uno en cada extremo y uno en el centro. En ese caso, ¡no olvidemos confeccionar dos paneles de cortina!
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¿Cómo cuidar bien el tejido de nuestras cortinas?
¡Listo! Nuestras cortinas están terminadas y el resultado está a la altura del esfuerzo y las expectativas. ¡Bravo! Ahora toca afrontar otro reto: mantenerlas tan bonitas como el primer día. Para ayudarte, aquí van algunos consejos prácticos de mantenimiento:
Las cortinas no suelen ensuciarse mucho, pero su peor enemigo es el polvo. Para mantenerlas a raya, un vaporizador de mano puede ser una gran ayuda: es rápido, eficaz y evita tener que descolgar las cortinas. ¿Otra solución exprés? Un aspirador ligero también es útil para eliminar el polvo acumulado.
Si queremos hacer una limpieza más profunda, se pueden lavar a máquina, pero con algunas precauciones: usa agua fría o a baja temperatura y un centrifugado de máximo 400 rpm, para no dañar la tela ni provocar pliegues o manchas, especialmente en tejidos como la loneta.
El consejo de Véronique, la reina de la costura
"Para proteger tu lavadora y evitar que los ojales golpeen contra el tambor, puedes meter la parte superior de la cortina en una funda de almohada."
Aunque se recomienda lavar las cortinas en la lavadora dos veces al año, no pasa nada si solo lo hacemos una vez, o si preferimos llevarlas a la tintorería. ¡Lo importante es que sigan luciendo bien!
Y voilà, ¡ahora ya lo sabes todo sobre cómo confeccionar tus propias cortinas! Desde la elección del tejido, el cálculo del metraje y el tipo de fijación, hasta los cuidados necesarios para que duren mucho tiempo. Solo te queda armarte de valor, sacar la máquina de coser y lanzarte a la aventura.
¿Necesitas un último empujón? No dudes en echarle un vistazo a nuestra amplia selección de telas decorativas y para el hogar. ¡La inspiración está a solo unos clics!
